OÑAEDERRA. GALINDO OFRECE SU PRISION A CAMBIO DE LA LIBERTAD DE FELIPE BAYO Y ENRIQUE DORADO
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El general Enrique Rodríguez Galindo, ex máximo responsable del cuartel de Intxaurrondo, ofreció hoy al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón permanecer en prisión hasta que se inicie el juicio por el sumario Oñaederra a cambio de que sus hombres, los ex agentes de Intxaurrondo Felipe Bayo y Enrique Dorado Villalobos,sean puestos en libertad.
"Es injusto que mis hombres lleven 20 meses en prisión a la espera del juicio", dijo Galindo, que hoy declaró en la Audiencia Nacional en el sumario Oñaederra. "Los dos hombres en prisión son inocentes", afirmó el general a Garzón antes de acogerse a su derecho constitucional a no responder a las preguntas del juez.
No obstante, Garzón le contestó que él no es quien había dictado la orden de prisión para él ni para sus hombres, ya que ésta fue decretada por el juez Gómezde Liaño en relación con el sumario Lasa y Zabala.
Después de Galindo, compareció ante Garzón el ex agente de Intxaurrondo Enrique Dorado Villalobos, también imputado en el caso Oñaederra, quien se negó a declarar, no sin antes expresar al juez su inocencia en relación con este caso.
BREVE ENCUENTRO
El abogado de Dorado Villalobos, Jorge Argote, solicitó a Garzón un breve encuentro entre su defendido y su compañero sentimental, a lo que el juez accedió. Por ello, pudo compartir unos minutos, simpre en presencia de dos policías.
En este sentido, hay que recordar que el juez Gómez de Liaño ha denegado en reiteradas ocasiones la posibilidad del encuentro, según confirmo a Servimedia el letrado de Dorado.
También coincidieron unos minutos Galindo y su subordinado Dorado Villalobos, que se saludaron y se felicitaron el año nuevo. Ambos permanecen presos en Alcala de Henares, el general en la prisión militar y el ex agente en la prisión civil.
Además, declaró hoy ante el juez el capitánPedro Gómez Nieto, quien se negó a contestar a las preguntas de Garzón y presentó un escrito en el que relata su actuación en la Guardia Civil durante más de 20 años.
El testigo llegó a la Audiencia Nacional con el rostro cubierto por una bufanda, con gafas de sol y con un gorro para ocultar su identidad. En el escrito entregado ante el juez dice que "nunca tuvo conocimiento de ningún acto delictivo que se fuera a perpetrar o que hubiera sido realizado".
(SERVIMEDIA)
08 Ene 1998
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