El documento, al que ha tenido acceso Servimedia, será debatid en la reunión que mantendrán la próxima semana en Madrid los Estados miembros de la Región Europea de la OMS y establece como medio para conseguir esos objetivos la puesta en marcha de una política de impuestos que provoque un incremento de los precios por encima de la evolución de la inflación.

El borrador del segundo plan de actuación señala que un incremento del 10 por ciento en los precios produce un descenso del 5 por ciento en el consumo de cerveza, de un 7,5 por ciento en el de vino y de un 10por ciento en el de espirituosos.

Asimismo, propone limitar a un 0,5 por ciento la tasa de alcohol en sangre para los conductores o incluso menos en el caso de los conductores jóvenes y prohibir la publicidad de bebidas alcohólicas en el 2004, salvo en la prensa escrita y siempre que se limite a informar sobre el producto. Además, defiende la aprobación de legislaciones que limiten el acceso al alcohol en menores.

Estas medidas han provocado la oposición de la industria. El vicepresidente de la Aociación de Distribuidores de Grandes Marcas de Bebidas (Adigram), Vicente Dalda, manifestó a esta agencia que el borrador se limita a enumerar una serie de medidas prohibicionistas que no tienen en cuenta la prevención.

"INTEGRISTAS DE LA SALUD"

Dalda señaló que si se aprueba el plan sin introducir modificaciones, los miembros de la OMS actuarán como "talibanes o integristas de la salud" y se implantará una "ley seca" europea.

Según el portavoz de Adigram, el aumento de los impuestos y su repecusión en el precio, provocará un incremento del contrabando y de la destilación fraudulenta, pero no logrará reducir el consumo.

Por el contrario, se mostró partidario de incentivar las campañas entre los sectores de mayor riesgo, entre ellos la juventud, los conductores que consumen alcohol y las personas que sufren patologías que pueden agravarse con estas bebidas.

Según Vicente Dalda, "la experiencia del primer Plan Europeo de Actuación sobre el Consumo de Alcohol demuestra que las campañas dsarrolladas hasta ahora por la OMS y otras instituciones sólo llegan al consumidor moderado, mientras que los que beben descontroladamente cada vez consumen más".

En este sentido, recordó que España es uno de los paísees europeos, junto con Italia y Francia, que cumplió el objetivo de reducción del 25 por ciento en el consumo que marcó como objetivo el primer plan de actuación de la OMS para el periodo 1980-2000, ya que en 1996 el consumo medio era de un 9,3 litros por persona y año, por los 13,6 litrs de 1980.

Dalda señaló que esta media es incluso inferior, ya que aseguró que las estadísticas computan el consumo de los turistas, que provocan un incremento significativo fundamentalmente en los meses estivales.

Sin embargo, la memoria del Plan Nacional contra las Drogas verifica un incremento del abuso de aocohol durante el fin de semana, alcanzando al 30 por ciento de los escolares entre 14 y 18 años.

Ante esta situación, la industria propone detectar los colectivos de alto riesgo y losdiferentes hábitos imperantes en la sociedad para poder localizar las medidas preventivas, legislativas y las campañas más adecuadas en los grupos que abusan o son potencialmente más vulnerables.