Este centro de investigación, perteneciente a la Orgaización Mundial de la Salud (OMS), considera que los campos emitidos por aparatos domésticos y cables eléctricos, así como las líneas de alta tensión, "podrían ser cancerígenos para el hombre".

En la clasificación realizada por el centro, los campos magnéticos pasan de esta forma de ser considerados "inclasificables" a la categoría de "probablemente cancerígenos", que se sitúa justo antes de "definitivamente cancerígenos".

Hace 30 años que los investigadores formulan la hipótesis de que las ondaselectromagnéticas emitidas por los aparatos eléctricos que nos rodean podrían tener efectos sobre la salud y provocar leucemias.

El Centro de Investigación sobre el Cáncer no se ha pronunciado sobre los teléfonos móviles o sus antenas repetidoras, actualmente en el punto de mira de oncólogos y expertos en salud. Los teléfonos han sido objeto de un amplio estudio epidemiológico cuyos resultados se publicarán en 2003.