De un total de 110 novelas presentadas a esta séptima edición del Premio Albert Jovell, resultaron finalistas solo cuatro: 'Dorothy y el descubrimiento de América', 'Juicios y sombras', 'La selva bajo mi piel' y 'Los sueños no matan'.

Sobre la decisión del jurado, el secretario general de la Fpsomc, el doctor José María Rodríguez Vicente, subrayó que "se eligió 'La selva bajo mi piel' por unanimidad por ser una obra sólidamente armada que conjuga con maestría lo documental y lo íntimo".

La novela ganadora, de la editorial Almuzara, narra la historia de Libertad Arregui, una joven reportera enviada a El Salvador a finales de los 80. A través de sus crónicas televisivas junto a su compañero el cámara Íñigo Santolaya, asistimos a los hechos más relevantes que tuvieron lugar en aquella guerra olvidada de Centroamérica: el asesinato de Ignacio Ellacuría, la masacre del río Sumpul, los campos de refugiados de Colomoncagua o las primeras exhumaciones.

EL SALVADOR

De hecho, Fátima Frutos vivió en El Salvador y conoció ampliamente la realidad del país y la filosofía de la Liberación de Ignacio Ellacuría. Allí ejerció como profesora, participó en labores de rescate y conoció a Jon Sobrino, superviviente de la matanza de la UCA, y a otros líderes salvadoreños.

Tras agradecer este galardón por "sentirme enormemente afortunada", Frutos señaló que el doctor Albert Jovell que da nombre a este premio "estaría muy orgulloso de que este premio que lleva su nombre sabe aunar los dos pilares que confluyeron en su persona como el humanismo y el de la visión de la medicina desde una perspectiva integral".

Además, recordó que esta novela, que comenzó a escribir en el año 2015 y la concluyó en el 2020, en plena pandemia de la covid-19, "ha tratado de poner en valor lo que fue la figura de Ignacio Ellacuría, filósofo y teólogo de la liberación vaso universal. Una figura que ha sido poco reconocida en España pese a su trayectoria de defensa de los derechos humanos en zonas de conflicto como Centroamérica".

Al final de su intervención, Fátima Frutos pidió a los asistentes al acto un minuto de silencio por los médicos y médicas que "trabajan bajo las bombas en Ucrania" en vez de aplausos.