Bassa, que salió de la prisión a las dos de la tarde, acompañado por su abogada, Rafaela Ortiz, se mostró nervioso y dijo que "esto se aclarará y se sabrá la verdad". Según explicó, los 7 meses que pasó en la cárcel fueron "de angustia", aunque lo fueron más los 5 primeros, "hasta ver a Maria Angels Feliu viva".

El procesado por el secuestro de la farmacéutica de Olot comentó asimismo que se encontraba muy afectado por "las duras acusaciones que se han vertido sobre mí".

El magistrado del caso, ue mantiene los cargos contra Bassa por un delito de detención ilegal y otro de tráfico de drogas, decretó la libertad provisional para este acusado dos semanas más tarde que Joan Casals, el otro procesado, saliera de la cárcel de Gerona. El motivo de este retraso se debió a la espera de las conclusiones de la cuarta prueba caligráfica que le realizaron, y que dio negativa.

Este último peritaje, encargado al presidente de la Asociación Nacional del Colegio de Peritos Caligráficos de España, Wenceslao utiérrez, es opuesto a los dos efectuados por los peritos de la Guardia Civil y de la policía, que aseguraban que la letra de Bassa coincidía con la del sobre que los secuestradores enviaron a la familia de Masria Angels Feliu durante el secuestro de ésta.

La liberación de la farmacéutica de Olot, el pasado 27 de marzo, cambió la orientación de la investigaciones, ya que el delator de los dos procesados había asegurado que estaba muerta y enterrada.

Los investigadores trabajan ahora con la hipóteis de que Maria Angels Feliu hubiera sido secuestrada por una banda formada por 6 o 7 personas, aunque ninguna de ellas ha sido detenida por falta de pruebas contundentes.