Según un comunicado hecho público por la dirección de la empresa, el cierre de la misma está englobado en un proceso de concentración de la actividad en algunas de sus grandes fábricas.

La decisión se ha tomado "ras haber sufrido durante numerosos años cuantiosas pérdidas y después de haber intentado todo tipo de soluciones públicas para recuperar el punto de equilibrio gestional de la unidad productiva".

Olivetti, que se implantó en España en 1929, anunció el pasado mes de febrero que la fábrica de Cerdanyola tenía "un problema de eficencia productiva", ya que sus instalaciones estaban infrautilizadas y los costes eran excesivos, por lo que advirtió que podría tener un execdente laboral de un centenar de empeados.

La dirección de la factoría de Cerdanyola, que se dedica al montaje de telefonía de conexión bancaria e impresoras para ordenadores, mantuvo hoy una reunión con el comité de empresa sobre el futuro de los empleados.