Según informaron a Servimedia los representantes de Marina Mercante en la OIT, el acuerdo, tomado antes de que acabara 1991, señala que "la cifradel salario mínimo para marineros preferentes debe elevarse de los actuales 286 dólares a 335, con el objetivo de situarlo a finales de año en 356 dólares".

La decisión adoptada por la OIT supone elevar el salario mínimo de la marinería internacional en 6.719 pesetas durante 1992, un 24,4 por ciento respecto a las 27.456 pesetas en las que está situado actualmente.

La medida afectará a la negociación de los convenios en el año que acaba de comenzar, sobre todo en un sector como el de marina mercate, en el que la contratación de mano de obra barata del Tercer Mundo aumenta el peso del salario mínimo en las negociaciones con las empresas navieras.

Los propios responsables de la OIT reconocen que los parámetros de la organización para calcular el salario mínimo fueron diseñados en un momento en el que la internacionalización de las plantillas en el sector "no era tan elevada".

Por este motivo, la Comisión Paritaria Marítima de la OIT decidió también modificar los criterios de cálculo del saario mínimo, basándolo en una lista representativa de países y teniendo en cuenta las fluctuaciones en los tipos de cambio.

Las últimas decisiones de la OIT en materia de marina mercante chocan con las pretensiones de las empresas navieras de lograr la liberalización del mercado de trabajo en el tráfico de mercancías internacional y en las líneas marítimas de transporte nacionales o de cabotaje.

Con esa alternativa, según los sindicatos españoles de Marina Mercante, las empresas podrían contratarmano de obra más barata, procedente de países comunitarios como Portugal y Grecia, "lo que lesionaría seriamente la calidad de la contratación en el sector naviero".

Para protestar contra la posible liberalización, sobre todo en el mercado laboral del cabotaje, que emplea a la mayor parte de la plantilla internacional de marineros, las centrales del sector en España, Portugal, Francia, Italia y Bélgica han convocado, a través de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) la primera huelga internacioal en la CE, para el próximo 28 de enero.

En el caso español, la demanda de los sindicatos es doble, porque, a su juicio, la amenaza también es doble. "Por un lado, está el riesgo que supondría la liberalización y, por otro, el deterioro que conlleva aprobar un segundo registro de buques en Canarias como el propuesto por el Gobierno", indicaron fuentes sindicales.

La alternativa propuesta por el Ejecutivo a la patronal y los sindicatos incluye, además de fuertes exenciones fiscales, la posibilida de contratar marinería extranjera, bien de la CE o de otros países extracomunitarios, así como de extender esta última medida al mercado laboral del cabotaje español, con la autorización previa de la Administración.