En el Informe Mundial sobre Salarios 2008/2009, la OIT afirma que, a pesar del descenso previsto para los países industrializados, las últimas estimaciones fijan el crecimiento del salario real en todo el mundo en un máximo del 1,1%.

Las razones que explican esta caída del poder adquisitivo son un crecimiento económico lento o negativo, junto con unos precios "muy inestables", que "reducirán los salarios reales de muchos trabajadores".

Asimismo, la OIT advierte de que es probable que esta situación implique una intensificación de las tensiones por los salarios en los centros de trabajo, que serán "más vulnerables a los conflictos salariales".

En opinión de la organización, "el crecimiento de los salarios es bajo en la mayoría de los países". Entre 2001 y 2007 los salarios medios reales crecieron menos de un 2% en más de la mitad de los países analizados, mientras que en los industrializados el crecimiento se situó aproximadamente en un 0,9% anual.