La OIT considera que si se desea que la democracia prospere en los países en transición a una economía de mercado y que su transformación econóica se lleve a cabo sin tropiezos, es esencial reforzar la protección social.

Según la OIT, en los países en desarrollo, en los que sólo una mínima parte de la población se beneficia de los regímenes de la seguridad social, la acentuada contracción del empleo y de los salarios de los trabajadores ha contribuido a socavar el equilibrio financiero de la seguridad social.

Por ello, esta organización considera de una importancia crucial promover el empleo, con el fin de restablecer el equilibrio finaciero de la seguridad social y garantizar al Estado los necesarios ingresos fiscales.

La OIT destaca el papel fundamental que pueden desempeñar los interlocutores sociales, tanto en la elaboración de reformas como en la administración de los regímenes de la seguridad social. A su juicio, el tripartismo contribuye a reforzar la protección social en países diversos.

En cuanto al Estado, la OIT cree que debe "ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas", ya sea por medio de la promoción del empleola formación o facilitándoles la obtención de un trabajo independiente.

La Organización Internacional del Trabajo se refiere también a la situación de los trabajadores en los territorios árabes ocupados e insiste en la necesidad de realizar importantes inversiones en esa región, para proporcionar empleo a los palestinos, y de aumentar la cooperación en estos territorios.