De esa cifra, 160 millones engrosan las filas de los desempleados declarados oficialmente una cifra superior en 20 millones a la registrada antes de la crisis financiera asiática en 1997.

Según la OIT, la economía mundial tendrá que mantener, como mínimo, su ritmo actual de expansión para generar los 500 millones de nuevos puestos de trabajo requeridos en la próxima década para atender las necesidades de las personas que buscan su primer empleo y reducir el número actual de desempleados.

Sólo en los paises más prósperos, los agrupados en la OCDE, se ha producido una cambio de tendenca importante en la evolución del empleo, lo que ha permitido reducir el paro en relación a mediados de la década de los noventa e incluso disminuir el desempleo de larga duración.

La OIT denuncia que, pese al enorme crecimiento de las tecnologías de la información, un gran porcentaje de la población mundial sigue "tecnológicamente desconectada" respecto a las ventajas de las maravillas electrónicas que revolucionan la vida, el trabajo y las comunicaciones en la era digital.