LA OIT ACONSEJA RECHAZAR LAS MEDIDAS DE AJUSTE QUE PERJUDICAN A LOS QUE PERCIBEN ESCASOS INGRESOS

MADRID
SERVIMEDIA

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que las medidas que cargan los costes de los reajustes estructurales "de manera desproporcionada" en los grupos sociales que perciben escasos ingresos deben ser rechazadas.

Así lo pone de manifieso en un estudio realizado recientemente sobre los costes laborales salariales y no salariales y su relación con el empleo en condiciones de ajuste estructural.

Para esta organización, el reajuste estructural es inevitable en la mayoría de los países, por lo que insiste en que no hay que oponerse a él, sino definir la mejor estratégica para llevar a cabo el ajuste más adecuado.

El estudio destaca el importante papel que juega la política salarial en los procesos de reajuste estructural que realiza los países y las repercusiones de los ajustes en el empleo. Según la OIT, el desempleo y el subempleo han acompañado a todas las políticas de ajuste estructural.

En opinión de la OIT, las políticas de ajuste no deben prolongarse demasiado en el tiempo y deben permitir a corto plazo mejoras en el empleo y en las rentas salariales. Insiste en que deben rechazarse las que carguen los costes del reajuste en los grupos con menores ingresos, ya que "no sería ni equitativo ni sostenible".

La OIT resalt el importante papel que juegan los salarios mínimos y manifiesta que la función protectora que cumplen sobre los grupos que perciben ingresos bajos "debe estar por encima de su puesta al servicio de la política macroeconómica".

Esta organización considera que a la hora de valorar las políticas salariales posibles en un determinado país hay que tener en cuenta el nivel y la calidad de los servicios sociales prestados por el Estado y las prestaciones no salariales que abonan los empresarios.

AJUSTES ALARIALES

El estudio resalta las diferencias entre los empresarios y los sindicatos sobre cómo deben hacerse los reajustes salariales. Mientras los primeros quieren condicionar la evolución de los salarios a la productividad, los segundos pretenden hacerlo a la evolución del coste de la vida.

En cualquier caso, los autores del estudio estiman que para que un reajuste estructural tenga éxito deberá atenuar los temores de nuevas devaluaciones y reducir las futuras tasas de inflación. A su juicio, "ingún país podrá corregir el pleno empleo ni un crecimiento económico satisfactorio si se resigna a aceptar altas tasas de inflación".

La OIT asegura que la carga de la inflación recae de forma desproporcionada en las capas más pobres de la población y si alcanza tasas altas puede producir efectos "caóticos" en la economía.

La misma organización mundial reconoce que todo proceso de reajuste estructural lleva consigo variaciones en el mercado laboral y se refiere concretamente a la movilidad de mao de obra de empresas y sectores en retroceso hacia otros en expansión.

La OIT cree que esa movilidad contribuye a reducir el desempleo y subempleo, por lo que considera que "las políticas salariales deberían facilitar, nunca dificultar, la movilidad".

Finalmente, la OIT resalta que para garantizar un reajuste estructural eficaz se precisa de "un sistema de relaciones laborales adecuado y claramente comprometido con el mantenimiento del diálogo tripartito entre Gobierno, empresarios y sindicatos"

(SERVIMEDIA)
18 Jul 1992
NLV