En consecuencia, los amantes de la cerveza belga en Ohio, uno de los Estados más consumidores de esta bebida en Norteamérica, no volverán a degustar la marca de la cervecería Lefevre. Su etiquetado atenta contra el pudor del consumidor y ontra la legislación de este Estado norteamericano, que establece la prohibición sobre "toda imagen de una persona, niño o festividad grosera o de mal gusto", según ha explicado el portavoz de la Agencia de Control de Licores de Ohio.

"Un niño pequeño orinando es una vulgaridad", ha declarado este portavoz a la prensa belga, quien apostilla, además, que el tono amarillento de la etiqueta y del propio producto evoca el color de los orines.

La polémica que ha suscitado la retirada del producto portdor del símbolo nacional de Bélgica ha hecho que la marca importadora del producto en EE.UU., la alemana Paulaner, haya acordado recurrir esta decisión. Lefevre, con su idea del muñequito del Manneken Pis, acapara alrededor de un 55% de las ventas de cerveza especial belga en territorio norteamericano.