Cstañón reconoció el "grave" problema demográfico que tendrá el Ejército a partir del año 2.000 para reclutar efectivos, pero señaló que la solución a medio plazo pasa por una progresiva profesionalización de las Fuerzas Armadas, dando cabida a varones, mujeres e inmigrantes.

El portavoz de la ODS señaló que al problema demográfico hay que añadir la cuestión de la objeción de conciencia, cada vez más numerosa en España, donde el número de objetores se elevará este año a 70.000 personas.

Recalcó qu no se puede trabajar durante años para rebajar el servicio militar "para ahora dar marcha atrás y, por no haber previsto lo que ahora está ocurriendo, volver a aumentar su duración".

Castañón mostró también su oposición a reclutar mujeres tanto por la resistencia que opondría el colectivo femenino como porque supone otra vía para eludir el problema de fondo, que "el actual modelo de servicio militar ha entrado en crisis y está agotado", y debe irse a la profesionalización.