Esta organización denunció hoy que, a pesar de la bajada del precio del petróleo, de un 27%, registrada desde julio, y a pesar de que la OPEP mantenga constante la producción de crudo, los precios de las gasolinas "sólo han bajado un 6%".

De este modo, aunque se modere el precio del petróleo, los consumidores "pagan lo mismo en la gasolinera".

Esta situación "contrasta vivamente con la rapidez con que se repercutió a los consumidores la subida del crudo en meses anteriores" y, a juicio de la OCU, revela que el mercado no está actuando de manera competitiva.

"En un mercado en el que las reglas de la libre competencia funcionaran con normalidad, los precios de los carburantes deberían haber bajado al mismo ritmo que el petróleo. Sin embargo, esto ha sido así", consideró la OCU.

Por ello, esta organización señaló que el Gobierno debe "tomar cartas en el asunto", usando todos los recursos a su alcance, para "poner fin a una situación que repercute gravemente en el bolsillo de los consumidores, especialmente en el entorno de crisis económica al que debemos enfrentarnos".