La OCU ha llegado a esta conclusión tras un estudio realizado con 6 coches medianos (Ford Escort, Ford Focus, Mercedes Clase A, Nissan Almera, Opel Astra y Renault Mégane), que han sido sometidos a colisiones controladas que tratande reproducir los accidentes más frecuentes.

A través de este "crash-test", el quinto que realiza esta organización de consumidores, la OCU indica que ha comprobado que los fabricantes han mejorado notablemente en la protección que ofrecen al conductor y al acompañante, pero se preocupan poco de los niños que han de ir sentados en los asientos traseros y, sobre todo, de los peatones, que son, a su juicio, "los grandes olvidados".

Según el estudio de la OCU, publicado en la revista "OCU-Compra Maetra", los asientos de coche para niños deberían ser más seguros, ya que superan bien la prueba del impacto frontal, pero en el impacto lateral no son tan seguros. Además, cree que la seguridad de los peatones debe considerarse como un elemento más de la seguridad del vehículo.