La querella, presentada por la Federación Española de Farmacéuticos (FEFE), está respaldada por numerosos informes que alertan de la medicación de animales indiscriminada y sin control por los ganaderos.

Aproximadamente la mitad de los medicamentos tienen utilización en veterinaria, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, según señaló hoy la OCU en rueda de rensa, "una de las razones de la resistencia de los organismos a los antibióticos es por el abuso de medicamentos en veterinaria".

Este abuso "es una bomba potencial a medio y largo plazo", según señaló José María Múgica, portavoz de la OCU, que puso de relieve que la fármacorresistencia es "uno de los mayores problemas de salud pública en Europa que requiere una estrategia común", tal y como ha sentenciado la reciente Conferencia de Copenhague.

La resistencia de los microorganismos a los medcamentos puede venir de un incorrecto uso de los fármacos, como no respetar los tratamientos, pero también por el consumo de alimentos procedentes de animales con residuos de antibióticos y otras sustancias, como tranquilizantes, empleadas para favorecer el engorde a salvo de que cerdos, pollos o terneros, por ejemplo, contraigan enfermedades que pongan en peligro la cuenta de resultados del ganadero.

SEPRONA

OCU reveló que, de las 14.000 infracciones denunciadas por el Servicio de Protección de l Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) en 1999, el 31 por ciento guardan relación con la sanidad animal (3.455).

La propuesta de la OCU para poner fin a la venta ilegal de fármacos veterinarios, que además es un fraude a los consumidores, consta de cinco puntos.

En primer lugar, que las comunidades autónomas asuman sus responsabilidades y no permitan la existencia de comercios donde se venden medicamentos veterinarios sin receta. Aquellos establecimientos autorizados a venderlos con recetadeben ser comunicados al Ministerio de Agricultura, para su inclusión en un registro que todavía no ha sido creado, después de cinco años de vigencia de la norma.

En segundo lugar, evitar el comercio incontrolado de fármacos para el engorde ilegal de ganado, los llamados "furgoneteros". En tercer lugar, OCU propone que cese el "peloteo" de responsabilidades entre las administraciones y hace un llamamiento a la responsabilidad.

En cuarto lugar, la entidad defiende la prohibición expresa del us de antibióticos con fines preventivos y, por último, que únicamente se empleen para curar enfermedades, bajo prescripción veterinaria, dispensados por farmacéuticos y respetando los plazos de supresión (periodo necesario para que el animal elimine los restos del medicamento) antes del sacrificio.