El informe, realizado a partir de los datos de 27 ciudades españolas, revela, en cuanto a los aparcamientos regulados por zonas, que la tarificación inicial por bloques es excesiva así como la carga impositiva que sufren los residentes de algunas ciudades por aparcar en su propia zona. El estudio íntegro se publica en la revista "OCU-Compra Maestra" del mes de noviembre.

Para el desarrollo del estudio, la OCU visitó un total de 160 párkings, 82 privados y 78 de titularidad pública con objeto de analizar la manera de facturar y el tipo de información facilitada a los usuarios.

El resultado es que a pocos meses de la entrada en vigor de la Ley de Mejora de la Protección de los Consumidores y Usuarios, que declarará el redondeo como cláusula abusiva, la mayoría de los párkings continúa redondeando al alza sus tarifas. Además, en dos de cada tres aparcamientos analizados es preciso traspasar la barrera de entrada para conocer la tarifa que se va a aplicar por aparcar.

La OCU ha comparado también cuánto costaría dejar el coche durante 140 minutos en los aparcamientos de las 27 ciudades visitadas; las diferencias son muy significativas.

Aparcar en Cáceres (2,30 euros) cuesta de media menos de la mitad que aparcar en Valencia (5,24 euros), donde se han registrado las tarifas más caras, junto con las de Barcelona y Madrid (casi 5 euros).

El coste medio de los parkings públicos (3,53 euros) es menor que el de los privados (4 euros).

ESTACIONAMIENTO REGULADO

Muchos ayuntamientos han desarrollado sistemas de aparcamiento regulado con el objetivo de desincentivar el uso del coche e impulsar el del transporte público. Según los datos del estudio de la OCU, excepto en algunas zonas de Barcelona, sale más barato aparcar en este tipo de aparcamiento que en los parkings.

Sin embargo, la OCU denuncia que, en este tipo de aparcamientos, los residentes de algunas ciudades se ven muy perjudicados, por el alto coste que les supone estacionar en su barrio. Sólo en Vitoria la tarjeta de residente es gratuita y suficiente para aparcar todo el año.

El coste en las demás ciudades es desigual: por ejemplo, en Tarragona, Zaragoza y Granada supera los 120 euros al año, mientras que en otras poblaciones no llega a los 20.

Por ello, la OCU considera que en algunas calles colapsadas por el tráfico puede defenderse la regulación de las plazas de aparcamiento en superficie, pero esta medida debe acompañarse de una política municipal que incentive el transporte público y no contaminante; la creación de un cinturón de aparcamientos disuasorios alrededor de la ciudad; redes de carriles bici, protegidos y seguros, que enlacen con el mismo centro y, la peatonalización, principalmente, de la zona centro de las ciudades.