Según un estudio realizado por la OCU sobre 47 muestras de palomitas tomadas en Alicante, Barcelona, Bilbao, La Coruña, Madrid y Sevilla, el 40% contiene más de un 25% de grasa y la mayoría incluye hasta un 3% de sal.

Por si fuera poco, cuatro muestras de palomitas revelan una elevada presencia de ácidos grasos saturados, ya que representaban más del 35% de la grasas total, lo que impulsa la aparición de enfermedades cardiovasculares y provoca obesidad infantil.

Además, más de la mitad de los cucuruchos analizados no alcanza el grado de sabor, textura o temperatura deseado por el consumidor, y sólo 9 de las 47 muestras analizadas estaban en su punto.

Por otra parte, el precio es "excesivo", con una medida de 3,29 euros por cada 100 gramos, un "disparate", según la OCU, en comparación con los 0,32 euros que cuesta la misma cantidad en un quiosco. Con estos precios se entiende, según la organización de consumiodres, que el 13% de los ingresos de los cines en España provengan del servicio de bar.

Por otro lado, la OCU recuerda que ha denunciado la prohibición de los cines de introducir comida y bebida, denuncia que además se apoya ahora en que los productos que venden en el interior "no tienen un mínimo de calidad", según la portavoz de la organización, Ileana Izverniceanu.