El director general de la OCU, José María Múgica, explicó en rueda de prensa que el estudio se realizó en 74 consultas de 31 localidades y en 98 farmacias de 15 ciudades, en las que colaboradores de la OCU -perfectamente sanos- acudieron de anera anónima a profesionales de la salud.

Una vez en la consulta o farmacia, los colaboradores, aduciendo haber padecido fiebre, solicitaban algún producto para mejorar y, en caso de no serle recetado en un principio, pedían expresamente un antibiótico "por la fiebre".

Los resultados del estudio fueron calificados por Múgica cómo "problemáticos", ya que en el 46% de los casos el tratamiento prescrito por los médicos del estudio es considerado por el informe como "inadecuado".

Mientras, en ls visitas a las farmacias, en el 69% de los casos el supuesto enfermo consiguió el producto que buscaba sin neesidad de presentar receta.

Múgica insistió en que el papel del farmacéutico no es vender medicamentos, sino dispensarlos correctamente, y recalcó la obligación de solicitar receta médica en aquellos productos que la precisen, dado que el estudio revela que esto no ocurre en la mayoría de los casos.

Por ello, la OCU ha puesto el estudio en conocimiento del Ministerio de Sanidad y Consumo,así como de las organizaciones médicas y farmacéuticas, para que tomen las medidas que consideren oportunas.

De hecho, en la misma rueda de prensa compareció un representante de la Sociedad Española de Farmacéuticos Comunitarios, quien reconoció que son conscientes de este problema y han puesto en marcha una campaña de concienciación entre los farmacéuticos para que pidan la receta en todos aquellos productos que la requieran y que, de no recibirla, no dispensen el medicamento.