En declaraciones a Servimedia, el portavoz de la OCU, José María Múgica, explicó que se trata de una imitación bastante "chapucera" de los verdaderos billetes de 5.000 pesetas, aunque si se reciben junto con otros billetes válidos, es fácil que no se les preste atención y que, en consecuencia, no se perciba la falsificación.

Múgica agregó que estos billetes falsos tienen un tacto mucho más áspeo que los auténticos, la marca de agua tiene el dibujo del doncel sin detalle y alargado y la banda magnética está impresa, por lo que se puede doblar perfectamente.

Según la OCU, los billetes que han llegado a su poder se corresponden con cuatro numeraciones muy concretas, que se repiten en muchos de ellos: 1687165k5, 5k871655, 5k8716571 y 5k8716587. Además, los tamaños de todos los encontrados no son exactamente iguales.

En opinión de Múgica, dada la imperfección de estas imitaciones, son fácils de detectar si se comparan con los verdaderos, pero no "si te los dan en la mano mezclados con dos o tres más".

Añadió que "nos parece que la cantidad puede ser importante en la medida en que nosotros tenemos en estos momentos, aquí en la mano, 24 billetes". A su juicio, una concentación tan grande puede ser indicio de una introducción masiva de este tipo de billetes, teniendo en cuenta además que proceden de distintas partes del país.