El encierro, iniciado el pasado jueves por la mañana, tiene carácter indefinido, ya que los trabajadores han indicado que no abandonarán su actitud hasta que la empresa garantice que retirará su proyecto sobre el desmantelamiento de la instalación minera.

Estos ocho trabajadores vienen movilizándose, junto al resto de empleados del pozo, contra el anunciado cierre desde hace lgún tiempo. La pretensión de la empresa es cesar la actividad minera en 1996 en la cuenca de Ríotinto, donde está ubicado el Pozo Alfredo.

Los trabajadores han elaborado el "Plan Esquila", que no cuenta con la aprobación de la Administración competente, para el mantenimiento de la actividad en esta cuenca minera, con el objetivo de evitar que aumente el paro en la zona tras la clausural de Ríotinto en 1996.

Sin embargo, la Administración sí ha dado el visto bueno al denominado "Plan Albor", elabrado por la empresa, que prevé la continuidad de determinadas actividades en la zona.

La empresa ha anunciado el cese de la actividad minera en la comarca que circunda Ríotinto, alegando el agotamiento de los yacimientos mineros, especialmente los de cobre.