La experiencia, celebrada a primeros de octubre, ha dado como resultado que el79% de los participantes han declarado no tener dificultades para utilizar la divisa comunitaria.

Durante el tiempo que duró la simulación, un 25% de las transacciones económicas se realizaron en euros. En cuanto a la familiaridad con la nueva moneda, un 19% recordaron tras la experiencia el volumen de las compras que habían realizado en euros, frente a un 36% que dió la cifra en pesetas.

Un 40% señala como principal inconveniente la falta de costumbre, otro 19% admitieron que se habían hecho un ío, y un 13% dijo que los inonvenientes venían porque se tardó más tiempo en pagar.

Por el lado de los comerciantes, las respuestas apuntan a que el cálculo de la conversión fue sencillo para la mayoría de los participantes, que un 35% demostró falta de costumbre y que un 15% de los compradoras daban muestras de desconfianza en las vueltas.

Esta respuesta positiva, según los autores de la encuesta, es sensiblemente mayor que la obtenida con otra experiencia similar en el Parque de Atracciones de adrid, donde sólo el 56% aceptó sin problema el uso del euro.

Según los expertos, la mejora se debe a que, según avanza el tiempo, la metalización en torno a la cercanía del euro es mayor, así como el conocimiento que se va teniendo del mismo. Esta respuesta también se debe a que muchos de los partícipes hayan reconocido una buena información previa debido a las sesiones informativas a las que acudieron.

La Sociedad Estatal para la Transición al Euro proseguirá en los próximos meses con nuevas exeriencias. La próxima está prevista para el día 28 de octubre en Vigoferia, un certamen multisectorial que se celebra en Vigo, y a primeros de noviembre tendrá lugar otra en Ciudad Rodrigo (Salamanca).