Así se desprende del informe "Asuntos que dan mala espina", publicado hoy por Oceana. En este trabajo, la organización recuerda la prohibición de comercializar, vender o comprar cualquier parte de un tiburón en la Polinesia Francesa, a excepción del marrajo dientuso.

Sin embargo, el informe revela que un palangrero de superficie español llamado "Nuevo Josmaru" desembarcó y trasbordó aletas de tiburón en el puerto tahitiano de Papeete, en la Polinesia Francesa.

Además, asegura que, "por lo menos", dos de las 17 embarcaciones españolas que usan el puerto de Papeete para desembarcar sus capturas, el "Nuevo Pleamar" y el "Mariane", "no tienen permitido pescar en el océano Pacífico Occidental y Central".

La investigación ha descubierto también que las embarcaciones de la Unión Europea que capturan tiburones viajan cada vez "más lejos" y a océanos "más remotos" para satisfacer "una demanda cada vez mayor" de aletas de tiburón en el mercado asiático.