Los responsables de la organización que agrupa a los países más desarrollados del mundo hacen esta recomendación en un estudio sobre "La segregación de las mujeres en el mercado de trabajo", que publica el último número de "L'Observateur OCDE".

Ese estudio compara la dierencia entre la tasa de empleo masculina y femenina en los 29 países de la OCDE. Con datos de 1997, en España estaban empleados el 80% de los hombres de 25 a 54 años, frente al 43% de las mujeres, lo que arroja una diferencia del 37%, doce puntos peor que la media de la OCDE.

El desfase que se registra en España sólo se ve superado en dos países no europeos de la OCDE, concretamente Turquía (con una tasa de empleo masculina del 88% y femenina del 28%) y México (95% frente a 44%). También es superior n el país más pobre de la Unión Europea, Grecia, en donde el diferencial entre sexos es del 39%, pero con la salvedad de que la tasa de empleo femenina en Grecia es mayor que la española, el 39% frente al 37%.

Los países nórdicos son los más avanzados en este terreno, ya que en Suecia sólo hay una diferencia del 4% en favor de los hombres y en Finlandia del 5%. También es muy baja en Dinamarca (12%), Canadá (13%) y Estados Unidos, República Checa y Reino Unido (todos ellos con un 14%).

En relació con las estrategias a seguir para aumentar el nivel de empleo de las mujeres, la OCDE señala que la mayoría de los países desarrollados aplicaron en los años ochenta programas que tenían ese propósito, y los que más éxito han obtenido son los que optaron por "medidas de conciliación de la vida profesional y familiar".

Actualmente, en los países de la OCDE hay cinco veces más profesiones con predominio masculino que femenino, a pesar de que las mujeres representan más del 40% del empleo total. Eso se ebe a que las mujeres están muy concentradas en algunos tipos concretos de trabajo, como secretarias, enfermeras y profesoras, así como en actividades del sector servicios, en puestos de cajeras, empleadas de hogar y dependientas de comercio.