Del mismo modo, el organismo internacional alerta del riesgo que supondrían las oportuidades perdidas en materia de telecomunicaciones para aquellos Estados que no promuevan iniciativas en este sentido.

Como un síntoma de la importancia concedida a la banda ancha por parte de la OCDE, su Consejo de Gobierno ha aprobado una serie de recomendaciones para guiar a los dirigentes de los países miembros en la implantación de medidas que sean efectivas.

En opinión de su secretario general, Donald Johnson, las oportunidades que procura este tipo de conexión a la Red "pueden extender las vntajas a muchas áreas de la actividad económica e individual".

A este respecto, el mandatario considera que los beneficios no sólo se limitarían al terreno particular, sino que se ampliarían a la actividad de las administraciones públicas, dotándolas de mecanismos más rápidos, directos y eficaces. Asimismo, la banda ancha se traslada en una mejora de la productividad, lo que impulsaría el crecimiento económico de los diversos países.