Así consta en el último informe económico de la OCDE sobre España, hecho público hoy, en el que se aconseja que lo más eficaz sería "suprimir progresivamente" las ayudas a la compra, dado que son un elemento que eleva los precios, tiene un coste presupuestario muy alto y, además, no son solidarias, al no favorecer sólo a las familias más necesitadas.

De hecho, la OCDE considera que España debe mejorar su mercado de alquileres, al que califica de "excesivamente limitado", sobre todo porque la proporción de viviendas vacias "es demasiado alta".

Para solucionar el problema, el organismo manifiesta la necesidad de aumentar la seguridad jurídica de los caseros y reducir el plazo mínimo de cinco años que establece la normativa para los contratos del alquiler, factores que "ayudarán a una mejor utilización del parque de inmuebles y ayudará a la participación de la iniciativa privada en el proceso".

A juicio de la OCDE, estas medidas deberán ir acompañadas por una mayor flexibilidad de los planes de urbanismo en el ámbito local, con el objeto de "acabar con los incentivos para que las autoridades mantengan alto el precio del suelo".

Además, como idea, los expertos recomiendan poner en marcha un modelo de "cheque-alquiler" para que los colectivos más desfavorecidos puedan acceder a su primera residencia, ante el prohibitivo importe de los inmuebles en España, tanto en régimen de compra como de arrendamiento.