"Nos hemos encontrado con grupos de universitarias", señaló, "que apenas consumen diariamente 1.800 calorías. Una persona así no está en las mejores condiciones para el estudio y, además, puede desarrollar enfermedades como la anorexia o la bulimia".

Muñor Hornillo recalcó que, entre los condicionantes sociales y culturales que influyen negativamente en los hábitos alimentarios, figura la excesiva preocupación que tienen muchas mujeres por cuidar el tipo.

La experta en Dietética recomendó una dieta variada; evitar el exceso de azúcares, no abusando de dulces, golosinas y refrescos; disminuir la ingestión de grasas; y consumir alimentos con fécula y fibra, como cereales integrales, legumbres, verduras y frutas naturales.

Para prevenir el estés, aconsejó hacer cuatro comidas, y nunca menos de tres. El desayuno debe ser más copioso del que es tradicional en España y la comida ha de realizarse preferiblemente a una hora fija, sentado y, si es posible, en familia.

Es bueno que la comida principal, la del mediodía, se prolongue durante media hora y que el desayuno no se despache en menos de quince minutos. Según la profesora, todas estas pautas "no sólo mejoran la nutrición, sino que crean hábitos alimentarios adecuados que resultan anti-estrsantes".

Muñoz Hornillos explicó que los principales errores alimentarios de la sociedad española, y en general del mundo occidental, son un bajo consumo de alimentos hidrocarbonados (pan, pasta y patatas), exceso de grasas, falta de productos lácteos, verduras y frutas frescas, y un mal reparto y duración de las comidas.