Obras Públicas da así un paso más en su 'batalla' por la construcción de la autovía entre Madrid y Valencia por el trazado defendido por el ministro José Borrell y en contra de la propuestas del Gobierno de Castilla-La Mancha y organizaciones ecologistas, que tratan de impedir que las obras dañen las Hoces del Cabriel.

La licitación de las obras se lleva a cabo por el procedimiento de concurso de proyecto y construcción, según figura en el BOE, y el presupuesto de contrata estimado por la Adminstración asciende a 20.000 millones de pesetas.

Los proyectos tienen de plazo de presentación hasta el próximo 11 de agosto de 1995 y el plazo de ejecución de las obras será de 3 años y medio como máximo desde la fecha de adjudicación.

Este polémico tramo de la autovía Madrid-Valencia consta de 34 kilómetros, entre los puntos kilométricos 226 y 260 de la N-III. De las tres opciones propuestas para atravesar el río Cabriel, el Ministerio ha elegido y defendido desde el principio el trazado que va ás al sur del actual recorrido de la carretera.

Sin embargo, el Gobierno de Castilla-La Mancha y, especialmente, su presidente, José Bono, considera sin embargo que el impacto ambiental de esta opción sobre las Hoces del Cabriel es muy grande y prefiere la opción A. Para intentar evitar a toda costa las obras que ahora se licitan, Bono ha anunciado que declarará la zona espacio protegido.

Pero el Ministerio de Obras Públicas ya ha puesto en marcha el proceso para la adjudicación de las obras en ete tramo, que podrían comenzar el próximo año y acabar alrededor de 1999.

El tramo de las Hoces del Cabriel era el único de la autovía entre Madrid y Valencia que quedaba sin licitar, ya que el resto de tramos o bien se están construyendo ya o están en proceso de adjudicación.