Su portavoz, Oscar Iglesias, se desplazó hoy hasta la Avenida del Manzanares para ver las obras y exigir al alcalde que informe sobre las graves consecuencias de "la improvisación y las prisas". A su juicio, el afán de llegar a unas elecciones con las obras terminadas ha impuesto un ritmo que se salta hasta las normas de seguridad laboral.

En este sentido, habló de la rotura de un dique de contención de aguas el pasado 20 de octubre que dejó atrapados a dos trabajadores en un túnel, de la que "nos enteramos por el video de un aficionado". Además, Iglesias denunció que laimprovisación ha obligado a modificar proyectos por valor de mil millones de euros.

Según el edil socialista, la reforma de la M-30 se inició sin los controles legales de estudio impacto medioambiental que hubieran garantizado unas condiciones aceptables para el entorno y los vecinos que viven en las inmediaciones de la M- 30.

Aseguró que los más de 300.000 madrileños cuyas viviendas bordean la Avenida del Manzanares están viviendo bajo una inmensa capa de polvo y ruidos que les impiden el descanso y que les están provocando enfermedades oculares y respiratorias por la contaminación y el polvo.

Algunos vecinos de la Avenida del Manzanares que acompañaron a los responsables socialistas expusieron los problemas de ruido y contaminación que les están provocando las obras.

El PSOE reclamó al Gobierno de Gallardón la implantación de medidas de seguridad para la zona de la M-30, información sobre la siniestralidad y un estudio epidemiológico que determine el impacto que han producido las obras en la salud de los vecinos.