La plaza no tenía esta mañana el aspecto de años atrás, cuando era muy frecuentada por "progres" y gente del mundo de la cultura y de las artes. Tampoco había artesanos,aquéllos que mantuvieron una dura pugna con Matanzo en defensa de sus puestos de venta, aunque sí numerosos policías municipales.

En cambio, sí acudieron a la plaza vecinos de la zona, que confesaron a los periodistas que, tras las obras de reforma y la mayor presencia policial, ya no hay tantos traficantes ni drogadictos como antes.

En un principio, el presupuesto para reformar el conjunto era de 26 millones, pero algunas modificaciones de última hora, como la colocación de una fuente de granitoen forma de concha de peregrino, han elevado la cifra hasta los 50 millones.

Las obras, que han durado un año, han consistido en la plantación de 600 metros cuadrados de césped, 24 árboles (20 castaños de 6,5 metros altura, 2 acacias y 2 rhus), 450 arbustos para masas y setos, 2.000 pensamientos y 1.500 tapizantes, entre hiedras y vincas.

También han sido demolidos 1.200 metros cuadrados de soleras de hormigón y han sido colocados 610 metros cuadrados de solado con baldosas de granito, otros 500 etros con ladrillo de tejas en los paseos y 320 metros de ladrillos con granito.

Esperanza Aguirre, que ha dirigido el proyecto de los paisajistas Luis y María González Camino, destacó que el tiempo de duración de las obras no ha sido excesivo, "porque queríamos hacer las cosas con un especial mimo y cariño, al tratarse de una plaza muy madrileña y entrañable".

La concejala puso de relieve que las obras de la Plaza de Santa Ana no se pueden comparar con el túnel de la Plaza de Castilla, a pesar d que en ambos casos el plazo de ejecución ha sido de un año.

"LAS MENINAS"

"Es como si comparásemos la rehabilitación del cuadro de 'Las meninas', que tiene unos tres metros cuadrados, con pintar un mural para un aeropuerto, aunque se tarde el mismo tiempo", indicó la edil.

La huelga de jardinería del pasado mes de julio y la cuidada selección de plantas fueron otras razones esgrimidas por Aguirre para justificar la larga duración de las obras.

La tercera teniente de alcalde también tuvo tempo para recriminar, casi en privado, a los autores del proyecto, por no haber eliminado de la plaza un muro de hormigón situado en la parte norte de la plaza, en la calle Núñez de Arce, frente al edificio del Banco de la Exportación.

Aguirre les pidió que quitaran el muro de allí "o que lo pintéis o hagáis algo parecido, porque afea la plaza y no lo quiero ver más", indicó.

Por su parte, Angel Matanzo, que vestía una elegante capa de color azul marino y no dejaba de saludar a los vecinos, que l correspondían con cálidas muestras de adhesión, subrayó a los informadores en que la plaza había sido recuperada para los vecinos.

"La plaza", añadió, "no tenía que ser un tenderete de ropa interior con la excusa de que eso era artesanía. La plaza es del pueblo de Madrid y no de unos cuantos".