El acuerdo, según un comunicado del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, evitará que los jóvenes españoles tengan que regresar a nuestro país para desarrollar la prestación social como objetores de conciencia.

Este convenio establece la posibilidad de que estas personas colaboren en programas de asistencia a emigrantes, mejorando la calidad de vida de los españoles en el extranjero y apoyando la gestió de las entidades y centros españoles existentes en el país respectivo.