Aquella reunión se prolongó por espacio de cuatro horas y se produjo en La Moncloa. En el encuentro, los obispos le entregaron una memoria de cinco folios y le advirtieron sobre "determinados excesos" de Ricardo García Damborenea, secretario general del PSOE de Vizcaya.

Según dijo el prelado, "Damborenea mantenía unas actitudes muy radicales y nootros entendíamos que ese no era el procedimiento, porque iba a irritar más, que a resolver problemas".

Los obispos mostraron a González su inclinación a dejar en manos de José María Benegas el rumbo del Partido Socialista de Euskadi, decisión que finalmente se adoptó.

Por su parte, el ex ministro de Interior procesado por el caso GAL, José Barrionuevo, declaró a la Ser que Damborenéa, que le implicó en la génesis de la `guerra sucia' contra ETA, "se ha equivocado".

Barrionuevo dijo encontra comprensión en la militancia de la derecha aunque la dirección del PP "me trata muy mal, fatal y muy injustamente, a la vez que mantiene un comportamiento hipócrita en todo esto".