OBISPOS. LA FUNDACION GAY TRIÁNGULO TACHA DE "HIPÓCRITA" A LA IGLESIA POR PERMITIR EL DIVORCIO "SI SE LES PAGA"

MADRID
SERVIMEDIA

La Fundación Triángulo por la Igualdad de Lesbianas y Gays tachó hoy de "hipócritas" a los obispos por el documento que critica el divorcio, cuando en el ámbito religioso sí lo d por bueno mediante la anulación, "pero sólo si se les paga a ellos previamente y lo autorizan".

En una nota, esta fundación entiende que la jerarquía católica "está induciendo al delito al pedir a jueces y fiscales que se nieguen a participar y tramitar juicios de divorcio", por lo que pide al fiscal general del Estado que abra una investigación sobre este particular.

Miguel Ángel Sánchez Rodríguez, presidente de la Fundación Triángulo, señala que "las declaraciones que aparecen en el llamado Diectorio de Política Familiar son un ataque a la convivencia democrática, la pluralidad de ideas y la convivencia".

A su juicio, "por suerte, la realidad social, también de los ciudadanos creyentes, está mucho más avanzada que las directrices excluyentes de este documento".

En este sentido, recuerda que el texto "ataca con saña a las parejas de hecho, especialmente las de personas del mismo sexo, diciendo que hay otros problemas que no se solucionan como la violencia familiar. Hay que ser muy hipórita para quejarse de la violencia familiar al tiempo que se oponen a que una persona que vive un infierno en su relación pueda divorciarse".

Asimismo, este colectivo subraya que la Iglesia "ataca las campañas de prevención de embarazos y de enfermedades de transmisión sexual, pero al mismo tiempo da directrices para que todos los colegios católicos tengan un programa de relaciones 'afectivo-sexuales'. Es decir que no está mal hablar de sexo, pero sólo si se transmiten los rancios valores que defiendeuna jerarquía de hombres que se autodefinen como célibes".

"La jerarquía eclesial ha hecho infinto daño a miles de niños y jóvenes con su educación basada en el miedo al pecado, al infierno, a la suciedad de las relaciones sexuales, a una castidad embrutecedora, a sufrir calladas dentro del matrimonio, a ocultar la homosexualidad. Ellos no nos van a dar lecciones sobre familia y sexualidad porque sus directrices ya han hecho sufrir a muchas generaciones. Es el momento de acabar con sus privilegios y d impedir que sigan haciendo sufrir a los jóvenes. No volveremos a aceptar que la jerarquía católica mande en nuestras familias y nuestro amor", concluye la nota.

(SERVIMEDIA)
03 Feb 2004
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