Los prelados señalan que el objetivo de las recomendaciones es ayudar a formar un juicio práctico sobre "lo que parece ser más necsario para nuestro pueblo, desde la perspectiva de la justicia, la libertad y la solidaridad".

La primera sugerencia prima a los partidos antiabortistas, ya que se refiere a la necesidad de apoyar a quienes optan por la vida y tutelan el derecho fundamental a ella, de toda persona humana, "nacida o no nacida".

Asimismo, destacan la importancia de políticas culturales que respeten el pluralismo, pero aseguren el mantenimiento de los valores que configuran históricamente la identidad propia del puelo vasco.

Los obispos de Euskadi también destacan la importancia de cumplir las exigencias del Estado de derecho en la defensa de las libertades públicas, así como en la persecución de los delitos y en el régimen penitenciario.

Aunque los prelados vascos reconocen que las elecciones son un asunto estrictamente político, ajeno a la competencia de la Iglesia, reclaman su derecho a opinar "en el ámbito de la libertad reconocida en una sociedad democrática".

Los obispos también lanzan una serie e recomendaciones a los políticos, en las que les piden que durante la campaña electoral emitan mensajes claros y veraces.