Vives Soto hizo esta apreciación a Servimedia a propósito de la decisión de los Príncipes de Asturias de congelar en Estados Unidos células madre de su hija la infanta Leonor para afrontar posibles enfermedades.

"La Iglesia, basada en la enseñanza misma de Jesucristo, enseña que la vida humana es sagrada e inviolable", aseguró Vives Soto, que añadió que, por ello, la jerarquía católica "denuncia todas aquellas prácticas que atentan contra la vida humana o contra la dignidad de la persona".

A renglón seguido, aclaró que, "cuando se trata de conservar células madre de cordón umbilical, se trata de las células de un adulto. Ni se trata de un embrión, ni de destruir al embrión para obtener sus células".

"Por tanto, es una técnica científica que respeta la vida humana y su dignidad. Es más, es una técnica científica que va en la línea de la aplicación de células madre de adulto en la medicina regenerativa", subrayó.

Recalcó que "mi opinión es muy favorable, pues supone una apuesta por la ciencia que cura: las células madre de adulto. Por eso es una técnica lícita, muy distinta de técnicas mortales como la destrucción de embriones para obtener sus células madre, aunque sea con vistas a una posible aplicación terapéutica futura".

También comentó que "hay técnicas que no van contra la vida, pero atentan contra la dignidad de la persona: la fecundación artificial (in vitro), la clonación o la fecundación de óvulos animales con esperma humano".

"Por ello", recordó, "el Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española publicó el 9 de febrero la nota 'Ante la licencia legal para clonar seres humanos y la negación de protección a la vida humana incipiente', denunciando una ley (la de reproducción asistida) que legitima estas prácticas contra la vida o la dignidad del embrión humano".