Elías Yanes declaró a los periodistas tras el discurso inaugural de la LXIII Asmblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, que esta semana se celebra en Madrid, que "el diálogo requiere siempre condiciones y la primera y fundamental es que haya sinceridad y la segunda es que haya voluntad de paz, y mientras haya actos terroristas es que no hay voluntad de paz".

Durante su primera intervención ante la asamblea plenaria, el presidente de la Conferencia condenó el atentado perpetrado contra José María Aznar la pasada semana.

Para Yanes, "con esta acción se intentaba alterar elnormal funcionamiento del sistema democrático violando derechos y libertades de la comunidad política", al tiempo que aseguró que "la vida humana es sagrada".

En la misma línea se expresó el secretario de la Conferencia Episcopal, monseñor Sánchez, para quien "es una condición previa a todo diálogo venir en disposición de hablar y no de matar".

También el arzobispo vicario general castrense, José Manuel Estepa, exigió a los terroristas el abandono de las armas, como condición previa a la aperturade cualquier proceso de diálogo, e incluso llegó a dudar de la viabilidad de esta posibilidad.

Monseñor Estepa dijo que el diálogo es "enormemente" difícil, "si es que es viable", y añadió que nadie que tenga un arma es un interlocutor dialogante y válido.

Todos los miembros de la asamblea plenaria se expresaron en estos términos, como el arzobispo de Valladolid, José Delicado, quien afirmó que la condición previa para el diálogo es dejar las armas.