Según informó hoy el arzobispado de Madrid, el nuevo documento, en 88 puntos, establece normas para aplicar los siete sacramentos.

Durante la presentación del texto, el Obispo de Segovia expresó su preocupación por la creciente práctica de parejas no creyentes que acuden al matrimonio católico exclusivamente por el valor "estético" de la ceremonia.

Al respecto, monseñor Rubio explicó que cuando los novios no son creyentes o manifiestan una fe llena de contradicciones y sin embargo desean y piden casarse por la Iglesia, "los sacerdotes deben examinar cada caso, sin caer en una actitud rigorista, ni tampoco en una benevolencia rutinaria, y los mismos novios tendrán que reconsiderar su actitud y reflexionar con sinceridad sobre su postura".

La diócesis, anunció el obispo, seguirá exigiendo la participación de los futuros contrayentes en los cursos prematrimoniales, en los cuales "deben impartirse temas destinados a formar a los novios en el derecho y deber de educar cristianamente a sus hijos".

CRISIS VOCACIONAL

El obispo de Segovia también reflexionó sobre la falta de vocaciones religiosas al referirse a los apartados dedicados al Sacramento del orden sacerdotal.

"Es preocupante el escaso número de seminaristas y la edad media bastante elevada del clero en nuestra diócesis", afirmó.

Por último, Rubio anunció el lanzamiento de la experiencia denominada "Seminario Menor en Familia", que contará con las familias más comprometidas en la diócesis y también con las comunidades y grupos apostólicos.