Este fue el primer principal mensaje de la homilía que el prelado donostiarra dejó escrita paa su lectura durante el funeral en memoria del concejal socialista Juan Priede, oficiado por el vicario general de San Sebastián, Félix Azurmendi, en la parroquia de San Nicolás de Bari, de Orio (Guipúzcoa).

Previamente, hacia las seis de la tarde, el edil asesinado por ETA fue enterrado en la más estricta intimidad. A la siete, cientos de vecinos y dirigentes políticos acudieron a la misa funeral celebrada en la localidad en donde desarrollaba su actiidad política.

Entre los asistentes se encontaba el secretario general del Partido Socialista, José Luis Rodríguez Zapatero; el lehendakari, Juan José Ibarretxe; el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada; y varios miembros de la dirección socialista y del Gobierno vasco.

En la homilía de Uriarte leida por el vicario general, el obispo recuerda a los que arropan a los violentos que "no se puede doblegar la voluntad de los ciudadanos", ni se puede "apalear a un partido político legítimo", como el Partido Socialista, que viene siendo "an duramente atacado" en los últimos tiempos.

Insiste en que no es legítimo pretender "condicionar las decisiones de todo un pueblo" ni tampoco "herir la esperanza" de toda la sociedad vasca, dejándola sin perspectiva de futuro.

Por todo ello, pidió a la sociedad vasca que se dedique a "proteger a los concejales amedrentados", ya que merecen todo el apoyo y la solidaridad de sus conciudadanos. "Sepan todos ellos", añadió, "que cuentan con mi apoyo más firme".

El funeral fue seguido desde la alle por cientos de personas que no pudieron acceder al pequeño templo en el que se celebraba el funeral por Juan Priede. Todos ellos asistirán después a la manifestación convocada por el Partido Socialista y el Ayuntamiento de Orio en repulsa por el atentado contra Priede. La manifestación irá encabezada por una pancarta con el lema "Paz y libertad. ETA no".