Aseguró que, aunque eso no supondría una solución completa a los problemas de los pobres, "habríamos puesto las bases para la solución de sus necesidades más urgentes y primarias de alimento y sanidad".

Según Osés, "tenemos la obligación de justicia de devolver a esos pueblos pobres lo que, de tantas maneras, les hemos arrebatado los ciudadanos del Primer Mundo".

Además, el obispo de Huesca apela a azones de humanitarismo, ya que "en un mundo que llamamos civilizado no podemos tolerar la muerte por inanición y miseria de tantísimos seres humanos que tienen iguales derechos fundamentales".

Finalmente, recuerda que el drama ruandés se repite, con característica similares, en otros lugares del mundo, tanto del continente africano como en otras partes.