En el mensaje de Navidad, que será leído en todas las iglesias de la diócesis vizcaína, los dos obispos invitan a los fieles a preguntarse "por nuesros odios e injusticias, por las violencias y atropellos. ¿Cómo pueden celebrar la Navidad las familias de quienes sufren las consecuencias de las mil caras de la violencia: asesinatos, secuestros, extorsiones, coacciones, amenazas, etc.? Qué terrible cosecha produce la semilla del odio y la violencia".

La carta anima a los fieles a seguir la doctrina cristiana porque "si Dios alienta en nosotros los deseos de paz, nunca seremos vencidos por el cansancio que suscitan las persistentes señales de las inusticias, las violencias, las corrupciones,...".

Blázquez y Etxenagusia afirman en la carta que comparten "los sentimientos de indignación ante tantos signos de fanatismo que turban la paz de nuestras calles y plazas y tratan de impedir las manifestaciones serenas de quienes claman por la convivencia pacífica".

Los obispos también hacen un repaso al tiempo que llevan al frente de la diócesis y aseguran que tras haber adquirido "una composición de lugar", han encontrado una postura de "colaboració leal".