Durante la segunda jornada del congreso que los socialistas catalanes celebran en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), Obiolsaseguró que "subordino mi papel en la dirección del partido al hecho de que haya una representación equilibrada de todos los sectores". Añadió que "si hubiera un decantamiento insatisfactorio tendría que replantearme las cosas muy seriamente".

No obstante, otra de las cuestiones que el dirigente del PSC valorará a la hora de aceptar la presidencia del partido es que de este congreso salga un proyecto político para que los socialistas catalanes lideren una mayoría de centro-izquierda y que confluyan co las otras fuerzas políticas y sociales para compartir el espacio ideológico.

En opinión de Raimon Obiols, las relaciones entre "las izquierdas políticas, el centro-izquierda nacionalista y el mundo socialista y sindical han mejorado, y se puede asegurar que este congreso ya marca un paso hacia adelante de este nuevo proyecto que se pone en marcha y que no es sólo un patrimonio de los socialistas".

Mientras Narcís Serra dedicó buena parte de la jornada de hoy a negociar la nueva ejecutiva y un seretariado que tendrá entre 15 y 18 miembros y sustituirá al Comité de Acción Política, creado como solución al conflictivo congreso de Sitges de 1994, destacados dirigentes del PSC como Pasqual Maragall y Josep Borrell, pidieron hoy públicamente a Obiols que aceptara la presidencia que deja vacante Joan Reventós.

El senador y máximo representante del aparato del partido, Josep María Sala, también se mostró hoy a favor de que los 1.000 delegados que participan en el congreso apoyen "de manera muy masiv" a la nueva ejecutiva de Serra.

La ausencia de un voto de castigo a la gestión del primer secretario saliente, plasmada anoche en un 75 por ciento del apoyo de los congresistas frente a un 15 por ciento de rechazo, sentó las bases para que el debate transcurra y finalice sin grandes sorpresas.

A las peticiones reiteradas para que el consenso y la unidad fueran los protagonistas del congreso y para que Raimon Obiols no dejara la primera secretaría sin consenso a su gestión por parte de obiolistasy "capitanes" (representantes territoriales y cuadros medios que se agrupan en torno a Sala), se ha sumado la solicitud expresa de Felipe González, quien ayer afirmó que "sería un error votar contra Raimon".

González, que mañana asistirá a la clausura del VIII congreso del PSC, participó este mediodía en un almuerzo con dirigentes socialistas organizado por la plataforma Catalunya Segle XXI, auspiciada por el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall. Para esta noche, tiene previsto cenar en Gavà (Barcelna) con reprsentantes de UGT y de CCOO de Cataluña.