Los investigadores revisaron los resultados de 10 estudios intercionales en las que habían participado 37.000 personas de edades comprendidas entre los 40 y los 80 años.

Tras analizar estos datos, observaron que la obesidad incrementaba el riesgo de desarrollar demencia un 42%, mientras que los individuos con un peso por debajo debajo de la media tenían hasta un 36% más de posibilidades de sufrir esta dolencia.

En el caso del alzheimer, la obesidad incrementaba el riesgo de desarrollar la enfermedad neurodegenerativa hasta un 80%.

El estudio añade que las mujeres obesas tienen más posibilidades de sufrir alzheimer, mientras que los hombres obesos son más propensos a las demencias provocadas por accidentes cerebrovasculares.

Los autores de la investigación concluyen que mantener un peso saludable, o ligeramente por encima, contribuiría a prevenir alzheimer y las demencias motivadas por accidentes cerebrovasculares entre los ancianos.