En una rueda de prensa conjunta con la ONG Protégeles, Núñez Morgades pidió que se modifique el Código Penal para que se considere también delito la difusión de dibujos pornográficos en los que se vean niños, así como hacer apología de la pornografía infantil informando a los consumidores de dónde pueden encontrar este tipo de material.

Hizo igualmente un llamamiento a la colaboración de la escuela, la política, la judicatura y los internautas para que velen por la seguridad infantil en la Red y se acabe por fin con "la brecha digital" que existe en el mundo de la justicia.

El Defensor del Menor anunció también que la institución a la que representa, Unicef y Protégeles han convocado una concentración conjunta para el próximo 10 de junio en Madrid, en la que pedirán una respuesta social ante situaciones como la conocida hoy y se harán eco de la realidad actual que viven los 2.100 millones de niños que sufren en todo el mundo.

Por su parte, Guillermo Cánovas, presidente de Protégeles, recordó que el problema de la pornografía infantil y de abusos sexuales a bebés "no es frecuente, pero se encuentra en todas partes, aunque hay una resistencia a admitir que en España también existe", por lo que pidió a la sociedad que reaccione y haga ver a los pedófilos que la sensación de impunidad que ahora tienen no es real.

VICTIMAS Y PEDOFILOS

José Antonio Luengo, psicólogo y secretario general de la Oficina del Defensor del Menor, señaló que los abusos sexuales de menores "lastran el desarrollo emocional" de los niños y, en general, "afectan de manera sustantiva a su desarrollo emocional". "Sobre todo", continuó, "se corre el riesgo de que se formen personas con muy baja autoestima, sentimientos de miedo, desconfianza y, en definitiva, aislamiento".

Luengo indicó que estos niños pueden presentar comportamientos alterados en el sueño o en su rendimiento escolar, además de mostrar ansiedad, hiperactividad e, incluso, en algunos casos, conductas autolesivas.

Este tipo de abusos, aseguró, "es uno de los impactos más desequilibrantes que pueden herir el desarrollo del ser humano", por lo que resaltó la importancia de abordarlos cuanto antes mediante la ayuda psicológica y evitando "revictimizar" a los menores, que con un tratamiento adecuado pueden superar el problema.

En cuanto a la pedofilia y el perfil de los que la practican, el psicólogo indicó que el pedófilo suele ser un varón de entre 30 y 50 años, "compulsivo, reincidente, inmaduro e inseguro", que presenta normalmente dificultades de comunicación que, en cierto modo, ve superadas en la relación con un menor, donde se ve superior y en la que, generalmente, no usa la violencia.