En diciembre de 1998 había un total de 262.771 afiliados extranjeros trabajando en España, mientras que en el pasado mes de enero esta cifra alcanzó los 1.696.117 afiliados, rozando ya los 1,7 millones.

En este periodo, el mayor crecimiento de los afiliados procedentes de otros países se registró en Castilla-La Mancha, donde la cifra se multiplicó por 15,6, al pasar de 3.787 afiliados en 1998 a 59.155 en enero de 2006.

A continuación, las comunidades con mayor incremento relativo son La Rioja y Aragón, donde el número de trabajadores extranjeros se multiplicó por 11 y por 10, respectivamente.

Por el contrario, Canarias y Extremadura son las regiones en las que ha habido un menor crecimiento, al multiplicarse los afiliados procedentes de otros países por 3,1 y por 2,3, respectivamente.

El proceso extraordinario de regularización de inmigrantes llevado a cabo por el Gobierno durante 2005 hizo que este año fuera el de mayor crecimiento de toda la serie, con un incremento de 613.807 inmigrantes.

Este proceso ha provocado también que el crecimiento experimentado por los afiliados de fuera de la UE entre 1998 y 2006 haya sido el triple que el de los comunitarios, tras multiplicar por 8,7 el número de cotizantes (2,9 entre los de la UE).