El "número dos" socialista acusa a la Cadena Ser de espionaje -------------------------------------------------------------

MADRID
SERVIMEDIA

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, reconoció hoy que tra su salida del Ejecutivo ha sido necesario establecer un nuevo modelo de relaciones entre el Gobierno y el partido, en el que Felipe González deberá ejercer en exclusiva las labores de coordinación entre ambas instancias, dada su doble condición de miembro del Gobierno y de la dirección socialista.

Alfonso Guerra, en su primera comparecencia ante los informadores desde que dimitió el pasado 12 de enero, fue contundente al ser preguntado si el vicepresidente, Narcís Serra, puede desempeñar esa tarea decoordinador entre Moncloa y Ferraz.

"Nadie de la dirección del partido que no esté en el Gobierno, ni ningún miembro del Gobierno que no esté en la dirección, puede hacer esa función", sostuvo el "número dos" del PSOE, quien apostilló que Felipe González "será muy buen coordinador y no necesitará ningún tipo de intermediario".

Alfonso Guerra, que ofreció una rueda de prensa en la sede federal del PSOE para explicar la campaña electoral de su partido, fue bombardeado, sin embargo, con preguntas reativas, en su mayor parte, a dos cuestiones concretas: las fricciones abiertas entre el Gobierno y la dirección socialista por el plan de vivienda y la difusión de las conversaciones de Txiqui Benegas.

El vicesecretario general del PSOE se afanó en restar importancia a las discrepancias con el Ejecutivo por la oferta de vivienda lanzada por su partido, asegurando que sólo ha habido unas "opiniones personales" sobre la viabilidad de esa propuesta.

"El partido no ha entrado en ningúna fricción con l Gobierno ni creo que entre", dijo. "En el PSOE casi nunca hay coincidencias al cien por cien, salvo cuando se elige a sus dirigentes (...) Me parece bien", prosiguió Guerra, "que sigan existiendo disparidad de opiniones, porque es una prueba de libertad y de falta de sectarismo".

"EMISORA QUE ESPIA"

En cuanto a la polémica suscitada por la emisión de las conversaciones de Txiqui Benegas, Alfonso Guerra dijo que "el fondo de la cuestión es que una emisora de radio (la Cadena Ser) espía a políticosda la cinta de lo que espía".

El "número dos" del PSOE precisó que le gustaría conocer "aunque a mí no me interesa nada, lo que dicen en conversaciones privadas algunos responsables y propietarios de esa cadena de radio, y lo que dicen unos de otros".

Preguntado si el partido se ha planteado la destitución de Benegas por este incidente, abandonó el tono sarcástico que mantuvo durante toda la conferencia de prensa, para expresarse en los siguientes términos: "No es de recibo que en una sociedad dmocrática se plantee esto, porque hay que atenerse a la verdad y no a los deseos".

En opinión del dirigente socialista, el secretario de Organización merece la solidaridad de la opinión pública, por haber sido objeto de "un acto que viola los derechos fundamentales, y la letra y el espíritu de la Constitución". "El desprestigio", recalcó, "vendrá a quien espía, no a quien ha sido víctima del espionaje".

TRABAJO LEGITIMO Y PROFESIONAL

Txiqui Benegas, que también estaba presente en la rueda de prnsa, afirmó al respecto que sus relaciones con Felipe González y el ministro Carlos Solchaga son "exactamente las mismas que antes y no van a cambiar por un acto de piratería cometido contra mi persona".

La Cadena Ser respondió a las declaraciones de Alfonso Guerra a través de un comunicado en el que "se reitera, una vez más, que la emisión de las cintas de las conversaciones fue un trabajo legítimo y profesional de los servicios informativos de la cadena".

"Dichas cintas", añade la nota, "no fueon grabadas por la Ser. Se captaron de una forma fortuita y por persona no interesada en la cuestión".

"Su grabación no había sido encargada por la Ser y tampoco esta cadena de emisoras compró las mencionadas cintas. Por tanto, la Ser no espía ni ha espiado ni espiará a los políticos ni a ningún ciudadano; simplemente, difunde todas aquellas noticias que son de interés público y que no afectan a la intimidad de las personas", concluye el comunicado.

Por su parte, el director de la Fundación PabloIglesias y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, Ludolfo Paramio, calificó hoy de "hijos de puta" a los que se "inventan diferencias dentro del partido", en alusión a la difusión de las polémicas grabaciones.

En sus declaraciones, realizadas en Yecla (Murcia), Paramio lamentó "el espectáculo que nos ha montado la prensa, violando cualquier ética periodística y demostrando que les importa mucho más cargarse al Gobierno de esta nación que garantizar las libertades o que garantizar el bien del país".GUERRA NO ABANDONARA EL PARTIDO

Alfonso Guerra afirmó en otro momento de su comparecencia que no piensa abandonar el partido y sostuvo que el hecho de que pueda sentirse "maltratado" por varios medios de comunicación no tiene importancia. Asimismo, se negó a explicar los motivos de su dimisión, alegando que ya informó de ello cuando la hizo pública, durante el congreso de los socialistas extremeños.

Sobre sus relaciones con el presidente del Gobierno, el "número dos" socialista dijo que son "la mismas que ha habido desde hace casi 30 años". Guerra sostuvo que los socialistas no deben plantearse un posible gobierno de coalición tras las elecciones generales de 1993, "porque volveremos a obtener un apoyo masivo".

CINCO MITINES DE GONZALEZ

Alfonso Guerra, que estuvo flanqueado en la rueda de prensa por los dirigentes del PSOE Guillermo Galeote, Abel Caballero, Roberto Dorado y el propio Txiqui Benegas, consideró "políticamente importantes" los comicios del 26 de mayo, a los que el PSOE se prsenta con el lema de "Decisión de progreso". Sin embargo, rechazó que las elecciones vayan a suponer un "test" para los partidos, con vistas a las legislativas del 93.

El vicesecretario general anunció que Felipe González intervendrá durante la campaña electoral en 5 mítines, en ciudades que no quiso desvelar. Agregó que él mismo y Benegas recorrerán todas las provincias españolas en los 15 días de campaña.

Anunció que los candidatos de su partido harán una intensa campaña propagandística a domiclio, entrevistándose "boca a boca" con más de 10 millones de ciudadanos.

El Partido Socialista destinará un presupuesto próximo a los 2.000 millones de pesetas a esta campaña, 1.250 a los actos de carácter municipal y 700 para el ámbito autonómico.

El PSOE, que se presenta en el 99 por ciento de los municipios, dará prioridad en su campaña a los problemas de vivienda, seguridad ciudadana, droga y medio ambiente, entre otros.

(SERVIMEDIA)
30 Abr 1991
JRN