En el Bachillerato nuevo es donde se registra la mayor diferencia, ya que este año hay un 11 por ciento menos de alumnos que en el curso académico 1997-98 que estudian religión católica, si bien el 41 por ciento del total eligen todavía esta optativa.

Según la Conferencia Episcopal, en esta etapa se produce "la mayor discrimnación de la enseñanza religiosa católica: las notas no son tenidas en cuenta para el acceso a la Universidad y los alumnos que no eligen religión reaizan actividades de estudio no evaluables y con todo tipo de dificultades académicas para ser impartidas".

Por el contrario, en Educación Primaria el 84 por ciento de los alumnos estudian religión, un 1 por ciento menos que hace dos años. En Secundaria, la reducción también es de un 1 por ciento.

En total, en los centros públicos asisten a clase de religión católica el 70 por ciento de los alumnos matriculados, como media de todas las etapas.

Respecto a los centros privados de titularidad ciil, se mantienen prácticamente los mismos porcentajes que en los cursos anteriores. La media de alumnos que optan por esta asignatura es del 85 por ciento.

En los centros privados que dependen de instituciones religiosas la inmensa mayoría estudia esta asignatura, fundamentalmente en Primaria, donde lo hace el 99 por ciento, y Secundaria, etapa en la que ronda el 97 por ciento.

En estos centros, el 96 por ciento de los alumnos de Bachillerato eligen esta optativa y sólo un 4 por ciento se decanta por las alternativas.

En total, teniendo en cuenta todos los centros, públicos y privados, y todas las etapas, el 78 por ciento de los alumnos estudia religión católica y el 22 por ciento elige otras opciones.

En la actualidad, el número de profesores de religión en todas las etapas y en todo tipo de centros asciende a 33.440, de los cuales 4.395 trabajan en centros privados de titularidad religiosa.