El informe pone de manifiesto que quienes disponen de un capital elevado están cada vez más preocupados por la gestión de su riqueza y demandan a sus asesores un proceso más simple y coordinado para preservar e incrementar su patrimonio.

El estudio divide a los particulares con patrimonios elevados en tres grupos. Los millonarios que disponen de entre 1 y 4 millones de euros (aproximadamente), los millonarios medios, de entre 4 y 25 millones, y los patrimonios muy elevados, por encima de los 25 millones.

Los datos ponen de manifiesto que el número de los millonarios medios creció un 7,9% en 2004, por encima del resto de sectores.

Estos particulares suelen ser ejecutivos o empresarios, propietarios de pequeños o medianos negocios, quienes generalmente son los primeros ricos de sus respectivas familias.

Por ello, se encuentran con inconvenientes para gestionar sus patrimonios, dado que la gestión de los menos ricos es más sencilla y quienes tienen más de 25 millones de euros cuentan con un asesor o una asesoría fiscal dedicada sólo a ellos.

Mientras, los millonarios medios, que necesitan en muchos casos productos y servicios tan complejos como los de los patrimonios muy elevados, no pueden acceder por razones de coste a esos gestores y se decantan por varios asesores en lugar de por uno único, lo que les provoca problemas. Ahora, piden a las instituciones financieras que les ayuden.

De hecho, las instituciones financieras españolas ya son conscientes de este nicho de mercado y, en algunos casos, han lanzado programas y modelos de asesoramiento para la gestión de grandes fortunas, a partir de 1 millón de euros, con muy buenos resultados de captación de clientes y de ganancias.