Los trabajadores del Casino Gran Madrid mantienen un conflicto laboral con la dirección de la empresa desde hace más de siete meses, durante los cuales ha habido múltiples convocatorias de paros, que han desembocado en el espido y la rescisión de contratos de 50 trabajadores, entre los que figuran los 17 miembros del propio comité de empresa.

Actualmente desarrollan una huelga que comenzó el pasado día 28 y terminará el próximo 7 de septiembre. Además, los representantes del comité de empresa y varios trabajadores llevan acampados 23 días frente a las instalaciones del casino.

Escribano manifestó que las nuevas huelgas que convocarán a partir del próximo mes serán sectoriales y afectarán en algunos casos al personl de juego del casino y en otros al que no realiza tareas relacionadas directamente con el juego.

Explicó que el objetivo de esta forma de convocar los paros es impedir que la empresa siga enviando escritos de cierre patronal del casino a la Inspección Provincial de Trabajo cuando los sindicatos convocan huelgas, motivo por el que aseguró que la empresa ha sido sancionada en más de una ocasión.

El presidente del comité de empresa del casino aseguró que los trabajadores no están dispuestos a aguanar ni un día más con las actuales condiciones laborales y económicas, por lo que lucharán por modificarlas "lo que haga falta".

Acusó a la dirección de la empresa de "intentar confundir a la opinión pública con medias verdades y de manipular su propia oferta de subida salarial, queriendo hacer ver un aumento de los salarios del 11 por ciento cuando la realidad es un cero por ciento, ya que lo descuentan previamente de la propina".

Los sindicatos piden la readmisión de los trabajadores despedidos esde que comenzaron las movilizaciones y el desbloqueo de las negociaciones del convenio colectivo para este año.

También reivindican la modificación del Reglamento del Juego y del sistema retributivo. Actualmente, según el comité de empresa, los trabajadores del Casino Gran Madrid cobran de las propinas, que el pasado año ascendieron a 2.618 millones de pesetas.

Los empleados quieren que las propinas se dividan al 50 por ciento en dos partes, una para la empresa y otra para gastos de personal, Sguridad Social y atención a clientes.