"El Gobierno de Castilla-La Mancha trabaja desde hace veinte años para prevenir la adicción a las drogas entre la población, así como atender, rehabilitar y lograr la reinserción laboral y social de estos enfermos, y con este nuevo Plan Regional profundizamos en esas líneas con un importante respaldo económico en el que participan otras administraciones e instituciones", subrayó Sabrido.

En su intervención, el consejero explicó que la nueva denominación adoptada para este plan pretende resaltar la importancia que tiene para el Gobierno de Castilla-La Mancha la lucha contra el alcoholismo y evitar que su consumo se inicie cada vez a edades más tempranas.

"Así", explicó el responsable de la sanidad regional "se pondrá en marcha consultas específicas sobre alcoholismo en cada unidad de salud mental de la región.

El nuevo Plan Regional de Drogas recoge en materia preventiva se tratará de reducir el consumo de todo tipo de drogas, incluido el tabaco y el alcohol, actuando especialmente desde el ámbito familiar, y reforzando los programas específicos de ámbito formativo dirigido a padres y madres, duplicando las actuaciones desarrolladas hasta ahora en esta área.

Se fusionarán todos los programas preventivos dirigidos a la población infantil y juvenil en uno solo, que se denominará Alcazul, y que estará dirigido a la población con edades entre 10 y 18 años. Tendrá un carácter más específico, centrado en la información rigurosa sobre las sustancias y sus efectos y en colaboración con los ayuntamientos.

En materia de asistencia, dijo Sabrido, se pretende alcanzar la integración plena de las redes de salud mental y atención a drogodependencias en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha para ofrecer una atención integral a las personas con problemas de adicción a drogas o alcohol, con especial incidencia en los menores de edad.