El implante en el oído medio ya ha sido realizado a cinco pacientes británicos y las pruebas realizadas tras las operaciones revelaron considerables mejoras de audición comaradas con los aparatos convencionales utilizados hasta ahora.

El aparato implantado, del tamaño de un guisante, convierte el sonido recibido en un pequeño magnetófono externo, colocado en un lado de la cabeza, en vibraciones en el oído medio.

"Se trata de un paso de gigante en el tratamiento de la sordera", señaló Fitzgerald O'Connor, cirujano del hospital Saint Thomas, de Londres, en donde se realizaron tres de las operaciones.